Pasamos de gris a transparente

Hay que reconocer que el sacrifico que hicimos como país para salir de la lista gris del GAFI solo se puede comparar con la recuperación de la soberanía nacional en la franja canalera o la democratización en la última década del siglo pasado. Por supuesto, todo esto habrá valido la pena si de ahora en adelante se mantienen los mecanismos de vigilancia para que nunca más volvamos a someternos a este tipo de inclemencias de parte de instituciones financieras mundiales. A escasos meses de la inauguración de la obra insignia de nuestro tiempo, la ampliación del Canal de Panamá, y teniendo como perspectiva la puesta en marcha de una nueva hoja de ruta para el siglo 21, es propicio el momento para reflexionar que, así como nos hicieron a nivel internacional un examen de transparencia, debemos igualmente hacerlo a lo interno para devolver dignidad a nuestras instituciones y erradicar para siempre el flagelo de la corrupción. Todos, tanto en el sector Gobierno como en la empresa privada, debemos sentirnos orgullosos de este resultado que demuestra además que cuando trabajamos juntos para un fin común, todo es posible. Esperamos que el apoyo recibido desde el exterior contribuya ahora a mejorar las expectativas de los inversores y la credibilidad de nuestro sistema bancario, así como a aumentar la demanda de crédito para consumo e inversión, y reactivar la economía nacional.

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