La justicia panameña

Por largos años el sistema de justicia en Panamá ha ido en retroceso. Cuando Guillermo Endara (q. e. p. d.) asumió el poder, en diciembre de 1989, de inmediato hizo un cambio radical y nueve nuevos magistrados fueron nombrados. Catalogó como ‘una Corte de lujo' lo que había integrado. Ha pasado un cuarto de siglo y la justicia, esa ‘Corte de lujo', se desvaneció. Hoy los panameños exigen la renuncia de los nueve magistrados, y cuidado que más, la reestructuración de todo el sistema de justicia. ¡Y no es para menos! En Panamá no hay justicia. La justicia se compra y se vende. Los actos de corrupción están en todos los niveles y no solo es en el Órgano Judicial, sino en todo el andamiaje del Ministerio Público que forma parte de. Por supuesto que hay fiscales, jueces y funcionarios probos e idóneos que quieren un sistema que ande como reloj suizo. Lamentablemente, todo anda mal. Para resolver el problema, deben comenzar con una iniciativa desde el Órgano Ejecutivo, para que, a través de la Concertación Nacional, se vea este espinoso asunto y se empiece a limpiar. Es necesario convocar a todas las partes y analizar lo que hay que hacer, pero ya. ¡Tenemos que hacer algo por Panamá!

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