Libertad de expresión y censura

De la invasión, el 20 de diciembre de 1989, muchos panameños tienen ahora conclusiones muy distintas de las que realmente motivaron aquel nefasto suceso. Empero, no es el momento para debatir si fue buena o mala, pero sí lo es para analizar el papel del Tribunal Electoral a lo largo de los últimos 26 años. Y es importante analizarlo porque si bien las diferentes elecciones generales, parciales y referéndum han sido ponderados con buenas y excelentes calificaciones, sus regentes van dejando una estela de cuestionamientos que hacen pensar cómo va deteriorándose la institución que se supone guardiana de nuestra democracia. Tres ejemplos dan cuenta de este deterioro: Uno de los magistrados confeso por nepotismo y otro que no predica con el ejemplo y prefiere enquistarse en el cargo. Lo más lamentable es que estos mismos magistrados ahora quieran poner cortapisas a la libertad de expresión imponiendo sanciones que van desde multas hasta cierre de medios de comunicación social. Sabemos que la sociedad no va a tolerar semejante atrevimiento ni imposiciones dictatoriales, pero es injusto con esta sociedad que los magistrados y la misma Comisión Nacional de Reformas Electorales se empeñen en trastocar la paz. Señores, los medios hemos defendido al Tribunal Electoral, pero no permitiremos ni censuras ni normas dictatoriales. No jueguen con la institución ni con la democracia.

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