Panamá, ¿libre de analfabetismo

 De acuerdo con el Atlas de Desarrollo Humano Local: Panamá 2015, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la población alfabetizada representa el 95.1% del total, basado en datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC). Esta cifra es un fuerte indicio de que Panamá, como país, se encuentra dentro del rango para ser declarada libre de analfabetismo, considerando que el criterio principal que utiliza la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) –organismo autorizado para hacer dicha declaración–, es que la población iletrada no supere el 5% del total.

Por ello, las autoridades nacionales deberían elevar solicitud a la Unesco para que realice las evaluaciones pertinentes, a fin de establecer si, efectivamente, Panamá cumple con las condiciones para ser declarada libre de analfabetismo. De lograrse este reconocimiento, sería un mérito al compromiso que ha existido por parte de diversas administraciones públicas y a la voluntad de la población de acoger los mecanismos necesarios para mejorar su condición de vida; además de que es un importante cimiento para que los adultos y adultos mayores continúen su formación académica.

También sería un reconocimiento a organizaciones públicas, privadas con fines y sin fines de lucro, a la Iglesia católica y de otros credos, a particulares y a voluntarios formadores, quienes han contribuido a lo largo de varias generaciones para que los grupos vulnerables, tanto en las áreas rurales como urbanas, tengan dominio de las técnicas de lectura, escritura y de operaciones aritméticas básicas.

Entre todas las acciones vinculadas sobresalen los resultados alcanzados por el proyecto de alfabetización “Muévete por Panamá”, emprendido por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), que desde el año 2007 ha alfabetizado a más de 60 mil panameños –con la fiscalización y apoyo del Ministerio de Educación (Meduca)–, empleando la metodología desarrollada en Cuba, denominada: “Yo, Sí Puedo”.

“Muévete por Panamá” se ha constituido en un importante motor para que decenas de miles de panameños (as), –adultos y adultos mayores– hayan superado esta difícil situación. La metodología “Yo, Sí Puedo”, tiene entre sus bondades la facilidad de ser traducida y aplicada a diversas lenguas, incluyendo las lenguas madres; lo que ha permitido el aprendizaje de la lectura y escritura de español, a integrantes de las diversas etnias a lo largo del país.

Precisamente, en estos grupos se concentra la mayor cantidad de iletrados, por residir en áreas de difícil acceso y cuyos hogares están muy dispersos. Otra virtud de la metodología “Yo, Sí Puedo” es que los aprendices no deben trasladarse a grandes distancias para asistir a un centro educativo, sino que entre ellos acuerdan un lugar en que reciben la capacitación.

El plan y la estrategia original de este proyecto era que las personas, tras ser alfabetizadas, continuaran sus estudios hasta completar la primaria a través del programa “Yo, Sí Puedo Seguir” o la primaria flexible. Incluso sus bases fueron planteadas y aprobadas en el anteproyecto de presupuesto del Mides para 2010. Esta es una iniciativa que debería ser retomada, siguiendo las estrategias y metodologías implementadas en el proyecto de alfabetización.

Países como Argentina, Colombia, Bolivia, Nicaragua, la República Bolivariana de Venezuela, por resaltar algunos, además de impulsar la alfabetización en forma masiva, también pusieron en marcha este programa de postalfabetización, con éxito; permitiendo a miles de personas adultas no solo continuar y completar los estudios primarios, sino los secundarios.

Implementar la primaria flexible en Panamá reforzaría la estrategia nacional de desarrollo enmarcada dentro del Plan Estratégico de Gobierno, impulsando el carácter integral del proceso educativo, en respuesta a los intereses de la sociedad en general, que desea alcanzar mejores niveles de conocimiento y mayores habilidades prácticas para adaptarse a los cambios y avances de su entorno.

Un programa de formación flexible facilitaría, además, la ampliación de la cobertura de la educación, pues sería una alternativa para que las personas que, por alguna razón, abandonaron sus estudios y no han podido continuarlos en programas tradicionales, lo puedan hacer de esta forma.

En Panamá hay un amplio debate acerca de la importancia que tiene la educación para mejorar los niveles de productividad y competitividad. La declaración de país libre de analfabetismo sería una importante referencia para alcanzar otras metas educativas de mayor envergadura, por ejemplo, que la totalidad de la población en un determinado rango de edad complete la educación primaria en un tiempo definido. También sería un logro que ejemplifica el trabajo articulado de dos instituciones, el Meduca y el Mides, que buscan el desarrollo social y económico de los ciudadanos.

 

 

 

 

 

 

 

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