Un Tema Importante Al Que No Le Dan Prioridad
En los últimos 30 años, el problema por la falta de agua empeoró al punto de que cada día más panameños sufren, pues carecen de este líquido en sus hogares. Se trata de un tema que debe ser abordado como una prioridad, sin embargo, ninguno de los últimos cinco gobiernos movió un dedo para resolverlo, y el actual se hace de la vista gorda. Los problemas en el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) van desde su infraestructura hasta la gestión humana.
Muchas son las anomalías que padece esta institución y una de las más grandes es su gestión de cobro. No he visto a ningún director del Idaan lograr poner en regla a todos los panameños morosos, tanto personas naturales como jurídicas, por eso, pregunto: ¿Quién supervisa el trabajo de esos señores?
Me da coraje ver cómo exdirectores de la entidad se presentan a programas de opinión a debatir el tema. ¡Que charlatanería más grande! Quieren pasar por expertos en la materia, y no hicieron nada para salvar el hundimiento de este barco.
Observo otra falla importante en su Departamento de Planificación y Mantenimiento. La población en la ciudad de Panamá ha crecido a tal punto que el abastecimiento que se debe brindar no cumple con la demanda. No hay planificación para nada y, si hablamos del mantenimiento y prevención de daños en la propia infraestructura de las plantas potabilizadoras, concluimos que realizan un trabajo mediocre, cuyos resultados los vemos a diario y no los podemos soslayar.
El agua es el elemento más importante en el planeta Tierra, pero en Panamá nadie hace nada para preservarla. Si se respetaran las leyes y se castigaran a los que deforestan las cuencas hidrográficas y a los funcionarios que otorgan permisos a las concesionarias que sacan materiales de los ríos, todo sería diferente.
Los ciudadanos nos opusimos a la privatización de varias entidades públicas en el pasado. Estoy casi seguro de que si ahora se realiza un referendo para consultarle a la población sobre la venta del Idaan, el “sí” ganaría de forma contundente, igual que ocurrió con el referendo para la ampliación del Canal de Panamá.
Los gobernantes deben planear cómo preservar el agua de este país, para el bienestar de las futuras generaciones. Aún tenemos tiempo de hacer mucho al respecto, sin embargo, la clase política no da muestra de querer hacerlo y solo vela por aumentar sus riquezas personales.
Por esto, le hago un llamado a las autoridades para que reflexionen y planifiquen un proyecto que salve nuestro tesoro más importante: ¡El agua!