Pugna legal en el Colegio Nacional de Abogados

La decisión de la Junta Directiva del Colegio Nacional de Abogados, que dirige Dionicio Rodríguez, de remover de sus puestos a dos miembros del Tribunal de Honor ha sido demandada ante el Juzgado Primero Civil de Panamá.

Maritza Cedeño, quien es una de las separadas del Tribunal de Honor, demandó la nulidad de la cláusula tercera de la Resolución 23 del 27 de septiembre de 2017, en la que se le separa del cargo.

La resolución de la directiva del Colegio se sustenta en que Cedeño, al igual que Fernando Gómez, no podían formar parte del Tribunal de Honor, en vista de que no fueron elegidos para el cargo.

Sin embargo, Cedeño alega en la demanda que ella fue designada suplente y ante la renuncia del principal, le corresponde asumir el cargo.

‘Soy miembro del Tribunal de Honor, designada por la Junta Directiva 2015- 2017 y en este sentido, de acuerdo a la Ley 9 de abril de 1993, cada miembro principal de este tribunal tiene un suplente que lo reemplaza en caso de impedimento o ausencia temporal o absoluta’, señala Cedeño en su demanda.

La directiva del Colegio, añade Cedeño, llenará las vacantes temporales o absoluta de los miembros suplentes del Tribunal de Honor. Al ocurrir la renuncia de la principal, Maruquel Pavón de Ramírez, Cedeño asumió el cargo de principal por el resto del periodo correspondiente, señala.

Cedeño, además, sustenta la demanda en que los integrantes del Tribunal de Honor son escogidos escalonadamente para garantizar la independencia de las investigaciones y evitar que las fuerzas que se disputan la dirigencia del gremio tengan el control de esta instancia.

En una elección del Colegio Nacional de Abogados se eligen tres miembros y en otra, dos, explicó Raúl Rodríguez Araúz, miembro del CNA y exmiembro del Tribunal de Honor, en una publicación previa de este medio de comunicación.

La abogada Martha López Martín comparte la tesis de Cedeño. Dijo que de acuerdo a la norma, a Cedeño y Gómez, que fueron nombrados por la directiva anterior, les correspondía sustituir a los dos miembros que renunciaron al Tribunal de Honor y la nueva directiva, a su vez, debía nombrar sus suplentes.

La controversia surge cuando la directiva actual, en un exceso de sus facultades, remueve a estos dos miembros del Tribunal de Honor, añade López.

Marlene Testa

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