Juez se acoge a término para decidir si llama o no a juicio

Tras siete horas de audiencia, la solicitud de la Fiscalía Décima del Circuito de llamar a juicio a nueve personas imputadas en la intoxicación y muerte de diez neonatos en la Caja de Seguro Social (CSS) sufrió su primer revés: el Juzgado Quinto del Circuito Penal se acogió al término de 30 días para tomar su decisión.

La decisión del funcionario judicial se debió a lo voluminoso del expediente del caso (62 tomos), explicó el Órgano Judicial. Y el juzgador manifestó que el Código Judicial es flexible en casos especiales.

Enrique Paniza, juez de la causa, escuchó atento a los abogados defensores y a los siete querellantes.

Previamente, la Fiscalía Décima de Circuito había hecho su solicitud de llamamiento a juicio para nueve de las quince personas imputadas en este proceso.

Vielka Byrnes, fiscal de la causa, solicitó que el jefe de la sala de neonatología, Iván Sierra Robles, y la farmaceuta, Melia Mabis Mock, fueran sometidos al tribunal.

La misma solicitud la extendió para Alma Luz Rivera de Batista, Idalys Cedeño de Arrocha, María Icela Cerrud Córdoba, Erick Iván Conte Valdés, Martha Hermelinda Escobar, Indira Esmeralda Credidio Dixón y Edgar Domínguez, enfermeras y personal de salud de otras especialidades.

Los vinculados enfrentan cargos por delito contra la vida y la integridad personal, en su modalidad de homicidio culposo, explicó a este medio la misma fiscal de la causa.

Por su parte, los abogados defensores solicitaron sobreseimiento definitivo para sus clientes, basados en que la información reunida no ha presentado elementos probatorios que permitan establecer la causa de muerte de los neonatos.

Los querellantes, por su parte, solicitaron que se llamara a juicio a cada uno de los imputados

Para Nadia Ábrego, Nidia Batista, Nilsa Domínguez, Martín Lasso, Juan J. Araúz y Néstor Castillero, la fiscal pidió sobreseimiento provisional.

La funcionaria de instrucción explicó que estas seis personas fueron incluidas erróneamente en una lista del personal que laboraba en la sala.

RESUMEN

En 2013, catorce recién nacidos fueron intoxicados

El veneno – heparina con alcohol bencílico – provocó la muerte a diez neonatos.

Los cuatro sobrevivientes presentan secuelas.

La defensa de los médicos Néstor Castillero y Martín Lasso solicitó que se levantara la medida de impedimento de salida del país y de firmas a sus clientes. A esto, el juez respondió que, mientras se transcriba la audiencia, los abogados defensores pueden hacer su solicitud para el traslado al Ministerio Público.

A las 9 de la mañana de ayer, el Órgano Judicial retomó en el salón de Casación de la Corte Suprema de Justicia la audiencia, después de haber sido suspendida el 15 de noviembre de 2016 por una solicitud de los abogados querellantes, que alegaron que los familiares de las víctimas residían en el interior del país. Ese día, el acto se inició a las 2 y se prolongó hasta las 4.

La audiencia de ayer terminó a las 6 de la tarde, después de un receso de dos horas entre las 12 y las 2 de la tarde.

LOS HECHOS

El 11 de junio de 2013, las bolsas de nutrición parenteral que se suministraban a los recién nacidos en la Sala de Neonatología de la CSS llegaron con retraso.

Lo norma establecía que a la una de la tarde se recibiesen, pero a las tres aún no habían llegado. Aquel día, algo ocurrió en Farmacia, departamento en el que se mezclan los componentes para las bolsas con nutrición parenteral.

Pasadas las tres de la tarde, las enfermeras procedieron a administrar el componente nutricional de los bebés.

Algo inesperado sucedió en el turno de la noche. Los bebés empezaron a descompensarse; algunos requerían ventilación mecánica… el estado de algunos se tornó grave. Como denominador común, presentaban hemorragias y el síndrome de Gasping, asociado a los efectos del alcohol bencílico.

Los médicos y el personal de la sala sospecharon que podía tratarse de un cuadro infeccioso, pero todavía nadie se atrevía a relacionar el hecho con las nutriciones parenterales.

Posteriormente, se ordenó retirar las bolsas de la sala y se logró controlar la emergencia. Los doctores recogieron las heparinas y las regresaron a Farmacia. Ese día, se eliminó el uso de este medicamento en la sala de neonatos.

A pesar de los intensos esfuerzos médicos, murieron diez recién nacidos. Cuatro sobrevivieron.

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