El código de ética impide al presidente recibir regalos

Con su reciente visita a Cardiff para asistir a la final de la Champions League, el presidente Juan Carlos Varela podría haber comprometido los intereses nacionales y contravenido el Código de Ética de los Servidores Públicos.

Invitado, aparentemente a título personal por una empresa patrocinadora del encuentro, los expertos consultados por este periódico consideran que como representante del Estado, no tiene esa prerrogativa.

Un jefe de Gobierno debe ser muy cuidadoso con sus actuaciones porque tiene la representación de un país allí adonde vaya, dice Guillermo Márquez Amado, exmagistrado del Tribunal Electoral sobre el viaje de Varela.

‘Si aceptan favores de carácter personal se puede entender como que comprometen el interés nacional o que pueden comprometerlo. Por eso un jefe de Estado debe ser sumamente cuidadoso con las invitaciones que acepta y de quién’, añadió el exmagistrado.

Para Márquez Amado, el que regala espera ser regalado y la representación de Varela es la del Estado, no la de los negocios de su familia.

Varela estuvo de viaje desde el viernes 2 de junio hasta el domingo 4, acompañado de su esposa Lorena Castillo de Varela y de su hijo Adrián.

EL VIAJE DE LA DISCORDIA

El presidente Varela asistió con su esposa y uno de sus hijos a la final de la Champions League

Presidencia indicó que fue un viaje privado y por cuenta propia.

La Ley dice que el gobernante no requiere avisar de su ausencia si es por menos de diez días.

Según expresó el Secretario de Comunicación del Estado, Manuel Domínguez, por motivos de seguridad no se comunicó al país el viaje del presidente, hasta cuando éste regresó a Panamá. Domínguez explicó que el presidente viajó con su familia asumiendo él los gastos del traslado en una aerolínea comercial, pero a la final del campeonato de fútbol europeo asistió por invitación de una empresa con la que ha tenido relación desde hace tiempo por el sector en el que su familia tiene negocios.

Para el abogado Guillermo Cochez, resulta inaceptable que el presidente reconozca que fue invitado a ver el partido al palco por un patrocinador del encuentro.

‘Los funcionarios públicos tienen vedado aceptar regalos de particulares’, subrayó Cochez. El Código de Ética en su Artículo 34 establece que el servidor público no debe, directa o indirectamente, otorgar, solicitar o aceptar regalos, beneficios, promesas u otras ventajas de los particulares u otros funcionarios ¿Dónde está la transparencia? ¿Dónde está la ética?, se preguntó Cochez.

Lo mismo destacó Juan Carlos Araúz, presidente del Colegio Nacional de Abogados, para quien la transparencia en la gestión pública indica que el presidente debe abstenerse de cualquier comportamiento que genere cuestionamientos. Ante la duda, hay que abstenerse, apuntó.

La ausencia de Varela se notó en la celebración del 89 Clásico Presidente de la República, que tradicionalmente preside el gobernante de turno, y a la que asistió la vicepresidenta Isabel St Malo.

Marlene Testa

 

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